STINKUS / “23”

Stinkus, el proyecto en solitario de Tyler Thompson, nos presenta “23”, un álbum que es tanto una introspección personal como una exploración sonora. Cada pista es un viaje a través de las emociones crudas y la honestidad sin filtros de Thompson, quien ha dejado su huella en la música pop y alternativa con proyectos anteriores como WILD y Girlhouse.

“23” es un reflejo personal post-ruptura, explorando el dolor y la recuperación a través de metáforas intensas. Este trabajo crudo y auténtico difiere de sus producciones anteriores, capturando un sonido más orgánico y visceral.

«23» y EL INTROSPECTIVO DEBUT DE STINKUS

El álbum comienza con “I Am”, que nos sumerge en un mar de indie rock lento y disonante, donde las voces se entrelazan con una melancolía palpable. Luego “Spiral” comienza con un intro folk sereno que evoluciona hacia un indie rock sensorial. Para caer en “Rodeo Mary” que cambia de marcha con un ritmo de garage rock y un aire vintage. “23” es la pista que da nombre al álbum, y nos envuelve en un dream pop que nos remonta al pop alternativo de principios de los 2000. Es una canción que captura la esencia de una época con un toque moderno.

“Fucked Up Song” combina folk e indie rock, evocando recuerdos agridulces. Luego “Not Like Dying” explora un territorio experimental, proyectando una melancolía expansiva. Mientras que “Gone For Good” eleva el indie a un nivel espacial, con notas flotantes. En “FOLLOW” introduce distorsiones crudas que contrastan con voces serenas, creando un equilibrio intrigante. En este punto del tracklist tenemos a “Good luck, good love”, que es alegre y optimista, con una base de indie folk. Seguida de “Star” que es un interludio espacial diseñado para despejar la mente y así caer en “Something to eat”, que presenta una melodía dulce que se transforma de orgánica a electrónica, evocando una sinfonía de sensaciones.

Ya en el tramo final del álbum nos topamos con “Fall / Restart”, una canción que ofrece una vibra analógica íntima, donde susurros y nostalgia se fusionan. Diferente a “mollie”, que es una balada indie folk que juega con contrastes, reflejando dualidad en su producción. “Summer Day” cierra el álbum con un sonido orgánico que parece revelar un secreto, invitándonos a soñar al aire libre. Pues, en resumen, “23” es un reflejo de la habilidad de Stinkus para crear un paisaje sonoro personal y universal, un álbum que resuena en el alma ¡No te lo pierdas!