Loose Fang es una banda de rock alternativo que nació de la unión de cuatro músicos con historias y orígenes muy diferentes. Su líder, Adam Sabla, es un compositor checoslovaco-canadiense que huyó del comunismo y encontró en la música una forma de expresar su rebeldía y su nostalgia. Junto a él, Jay Slye, Catherine Hiltz e Ian Browne aportan su experiencia y su talento en la guitarra, el bajo y la batería, respectivamente.

Su primer álbum recién lanzado, lleva por título “Live Wires, Black Sheep”, es una obra que combina la melancolía y la energía, la dulzura y la rabia, la tradición y la innovación. Su sonido recuerda al rock universitario de los 80 y 90, pero con un toque actual y personal. Sus letras hablan de temas universales como el amor, el desamor, la soledad, la rebeldía, la esperanza y el desencanto.
“GOODBYE” Y EL SONIDO DE LOOSE FANG
Una de las canciones más destacadas del álbum es “Goodbye”. Se trata de una canción que narra la ruptura de una relación larga y codependiente, de esas que te marcan para siempre. La canción tiene un ritmo contagioso y una melodía pegadiza, pero también una letra triste y profunda. Es una canción que refleja la belleza que se encuentra en el arte, como en la vida, tiene que ver con la fricción: canciones alegres con letras tristes, riffs en clave menor sobre progresiones de acordes de doo-wop, o un compositor refugiado poscomunista rodeado por un cojín de veteranos norteamericanos del pop con guitarras.
“Goodbye” es una canción que invita a bailar y a llorar al mismo tiempo, a recordar y a olvidar, a amar y a odiar. Es una canción que muestra el talento y la sensibilidad de Loose Fang, una banda que ha sabido crear un arte único y original a partir de la fricción.