LA TRISTEZA Y LA ARMÓNICA

Se le recuerda en las viejas escenas de películas en blanco y negro, donde baladas interpretadas por vagabundos en trenes, como escapando del destino, competían su sonoridad y armonía con el sonar del silbato de un ruidoso ferrocarril. En esos viajes donde las compañeras son la soledad y la tristeza, pero lamentablemente tan humanas como la sonrisa misma. Allí guardada en el bolsillo había una armónica. Sus orígenes son algo confusos.

ORIGENES DE LA ARMÓNICA

Sin embargo, la historia de su nacimiento se remonta a 1821, en Berlín, Alemania de manos de un caballero de nombre Christian Friedrich Ludwig Buschmann a quien se le adjudica su invención. No obstante, paralelamente aparecieron otros instrumentos en otras partes del mundo. En Viena apareció la primera armónica con cámaras. Hacia 1857, en Trossingen- Alemania,  el relojero Matthias Hohner (¿no les suena ese nombre en otros instrumentos?), comenzó a producir armónicas de forma masiva. Para ello utilizó un peine de madera de cortes provenientes de una máquina.

La armónica posee una larga historia que no solo abarca el folclore y el blues sino también la cultura popular usándose en todos los géneros desde el rock hasta el pop hasta la música clásica y el jazz. Las primeras grabaciones de jazz o música tradicional de armónicas se hicieron en los estados unidos a mediados de los años 20 (siglo XIX). De acuerdo al fabricante alemán Hohner (*), existen diversas versiones de armónicas, así se tiene la llamada Diatónica o mejor conocida como la armónica del blues, que según los conocedores ofrece acordes y escalas mayores. Las Cromáticas, que ofrece todos los tonos de la escala cromática con tan solo oprimir un botón. Las llamadas Signatures que son de edición de autores, como las especiales dedicadas a Bob Dylan y a Toots Thielmans (el llamado Rey de la Armónica).

Las armónicas Tremolo, que acompaña la música tradicional alemana, con dos lengüetas por nota, dando un sonido muy cálido. Las Octave que se usan en la música típica de los Alpes, de sonido voluminoso y de gran cuerpo. Las Orchestra, que ofrecen acompañamientos de bajos y acordes para orquestas y conjuntos de armónica.  En fin, siendo un instrumento sencillo, fácil de llevar e inclusive de interpretar (claro para los conocedores de la armónica), ofrece un verdadero sin fin de delicias cadenciosas, de tan atractivo encanto que es muy difícil evitar no disfrutar donde esté presente.

ALGUNOS GRANDES EXPONENTES

Como ya se he hecho mención, la pareja blues y armónica, parecen tan normales como el día y la noche, como Laurel y Hardy como Louis Armstrong y su trompeta. Y hablar de un género tan seductor como el blues, es necesario hacer mención de los grandes intérpretes del género y de la armónica. Difícil tarea tratar de escoger un músico que represente a un género como al blues y que sea la armónica su sable de batalla. No obstante, surgen varios representantes que por su meritoria trayectoria, hacen a la difícil tarea, agradable a la vez.

De acuerdo a zeppelinrockon.com , uno de los grandes ejecutantes fue Sonny Boy Williamson (John Lee Curtis Williamson), importante músico en la cultura del blues rural o country blues. Little Walter, que ubicó 14 temas en los 10 primeros lugares de las listas del R&B (Rhythn and Blues) entre 1958 y 1959, cuya influencia sacudió a músicos como Jimmy Hendrix y a Charlie Parker. Slim Harpo, o “Harmonica Slim” como también se le conocía, de influencia absoluta sobre bandas de la llamada invasión británica, Rolling Stones, Yardbirds y The Pretty Things. Snooky Pryor, se le adjudicó como propia la técnica de la armónica amplificada (ahuecar las manos), de uso muy común entre los armonicistas más recientes.

 Big Walter Horton, de fino fraseo y timbre exclusivo, se encuentra entre los grandes de la armónica, dado que grabó con Elvis y con Johnny Cash colosales temas para Sun Records. James Cotton, de la llamada  escuela de Chicago, fue aprendiz de Sonny Boy e integrante de la banda de Muddy Waters, por la década de los cincuenta, a quien se le considera junto a Walter Horton, el tándem más famoso de aquella época. Claro¡¡¡ que faltan otros músicos de destacada trayectoria, sin embargo ya habrá tiempo y memoria digital que gastar para hablar de otros genios de la armónica.