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30 AÑOS DEL GRUNGE (PARTE 2) «Alice in Chains»

Resulta difícil imaginar la historia del grunge, de esta vertiente rock a inicios de los noventa, sin su referente más pesado y oscuro, Alice in Chains.

Esta banda también originaria de Seattle desde finales de los noventa se decantó desde sus inicios por una onda abiertamente hard rock/heavy metal acorde a las tendencias mainstream de la década de los ochenta. En diversas entrevistas Jerry Cantrell (El guitarrista y principal compositor de la banda) afirma como el sonido de los Guns’n Roses fue una clara influencia inicial para la banda.

Para muchos fanáticos y neófitos en la materia imaginar una banda que “hiciera puente” entre la tendencia encabezada por Nirvana y la banda de su declarado archirrival (Axl Rose) pudiera verse bastante inverosímil. Pero cuando hablamos de música, la composición e interpretación supera cualquier frontera y Alice in Chains se encontró con lo mejor (y lo peor) de ambos mundos.

ALICE IN CHAINS 1
Alice in Chains – Años 90’s

En cuanto a lo mejor, es el hecho de que sus composiciones, bastante oscuras a nivel sonoro y lírico, encajaron perfecto en la corriente nihilista que el grunge vendía en la industria de por ese entonces. De hecho se puede considerar a Alice in Chains pionero en dicha materia, pues toda temática en la música sobre los problemas depresivos era algo totalmente inusual (en contraposición a los fiesteros años ochenta). De hecho, tratar hace 30 años temas como la depresión era mucho menos frecuente de lo que la gente y generaciones actuales piensa.

Por supuesto, esto iba de la mano a como fanáticos de corrientes más extremas de por ese entonces (estilo Pantera o Megadeth) convergían con el target explícitamente grunge. No en vano, en los poco más de 4 años que Alice in Chains estuvo al ruedo en los escenarios (1989-1993) anduvo de gira con diversos exponentes del Metal tales como la aclamada gira «The Clash of Titans» encabezada por 3 de los 4 grandes del thrash metal (Megadeth, Anthrax y Slayer) y entablar fraternidad con una larga lista de artistas desde Chris Cornell de Soundgarden, Ozzy Osbourne, Eddie Van Halen, Pantera, Metallica, Zakk Wylde, Skid Row, Slash, Tool, etc…

Las guitarras melódicas y pesadas compuestas por Jerry Cantrell y el excelso rango vocal de Layne Staley fueron una de las duplas más creativas del rock de aquellos tiempos post caída del muro de Berlín y post Reagan. Para el target grunge en general, el sonido de esta banda era una alternativa catártica realmente pesada y para el target metalero era el puente ideal hacia los sonidos más alternativos sin dejar esa «esencia oscura» tan característica del metal. A la línea iniciada por Black Sabbath, continuada por Judas Priest, Iron maiden y Metallica, en los noventa Alice in Chains era sin duda alguna un digno sucesor acorde a su tiempo.

La historia y discografía musical de esta banda es realmente excelsa, hablar de sus 3 LP es ver claramente la evolución y decadencia al mismo tiempo del clásico Alice in Chains, aquel al que se le rindió merecido tributo hace un año y consagrándosele un salón en su natal Seattle.

Para no hacer demasiado extenso este artículo, mencionaré apreciaciones básicas de cada uno de sus discos, dejando el resto a los queridos lectores que quieran ahondar por cuenta propia en el deleite de estas joyas musicales.

Empezamos por el álbum “Facelift” (1990) cuyo sonido es una clara muestra de esa transición que el metal padecía en esos días, proceso que puede verse en los discos de ese mismo año de coterráneos como el “Cowboys From Hell” de Pantera. Los temas «Man in the Box» y «We die Young» son los principales himnos que les abrieron el camino a esta banda de Seattle. Otros como «Love, Hate, Love» y «Sea of Sorrow» eran nuestras excepcionales del poder vocal de Layne Staley.

Para el año siguiente nos encontramos con el que es considerado por muchos, su clásico de cúspide o zenit, el aclamado “Dirt” (1991), donde himnos como «Them bones» y «Would» quedaron asentados como parte de los sountracks de la generación X a inicios de los años noventa. También temas como «Angry Chairs» y «Junkhead» dejaban al descubierto los problemas de adicción que la banda estaba atravesando por ese entonces.

Las power ballads de «Rooster» y «Down in a Hole» fueron importantes hits radiales para la banda que les daría cabida para incursionar en el mainstream de formas más digeribles. De hecho, en el plazo entre el segundo LP y el homónimo, “Alice in Chains” demostró su amplio espectro de composición al lanzar sendos EPs como el “SAP” y el “Jar of Flies”, donde baladas como «Brother», «Nutshell» y «Right Turn» (con Chris Cornell colaborando en los coros) ayudaron a la difusión radial de la banda.

VER TAMBIÉN: 30 AÑOS DEL GRUNGE (PARTE I)

Para el tercer disco, el cual es el homónimo “Alice in Chains” (1993) se sienten ya claras diferencias en el peso de las composiciones respecto a los anteriores. Estas son aún más oscuras y los ritmos estaban más próximos a ondas alternativas que al sonido heavy metal del cual eran originarios. También, el despido de Mike Starr y su sustitución por Mike Iñez (que venía de trabajar para Ozzy Osbourne) y el distanciamiento de Layne Staley por sus problemas de adicción con el resto de la banda conllevaron a un mayor peso en la carga creativa para con Jerry Cantrell, de modo que Layne solo se presentaba a grabar y arreglar las líneas de voz en el estudio. Temas como «Slugde Factory» y «Grind» son fieles muestras de la dirección musical en la Alice in Chains catalizaba bastante oscuridad en lo musical.

Como todo proceso en el mundo de la música, puede verse hoy en día como la discontinuidad en tarimas de la banda desde el año 93 se aparejó con el fallecimiento de Kurt Cobain en el año siguiente y el decline que conllevó al grunge conocido desde ese momento. No fue sino hasta el año 1996 cuando se volvió a ver a Alice in Chains en escena con su tan memorable «Mtv unplugged» (considerado el mejor para muchos), donde claramente se veía en un estado más deplorable de salud al vocalista Layne Staley.

Después de esta memorable presentación, la presencia de Alice in Chains fue cada vez más esporádica hasta que en el 99 sacaron a la luz 2 Singles que parecieron una suerte de «despedida» de Layne Staley. Y digo despedida pues los títulos y temáticas de ambas piezas musicales «Died»(en honor a la novia fallecida de Layne) y «Get Born Again» dejan mensajes y melodías contundentes como solo esta banda ha sabido transmitirlo a su manera.

3 años después, en el año 2002, el mismo 4 de abril en que Kurt Cobain se quitó la vida, fallece Layne Staley en su apartamento por sobredosis de drogas, de acuerdo con el informe forense sacado al ser encontrado su cadáver días después de dicho deceso.

La muerte de Layne Staley agarró a propios y extraños donde por ejemplo, Jerry Cantrell se encontraba de gira de promoción de su trabajo solista junto a los nuevos  exponentes del post grunge, los canadienses Nickelback.

Pasaron algunos años de luto por parte de los integrantes de la banda hasta que en el año 2006 Alice in Chains contrató al vocalista William DuVall para esta nueva etapa que muchos de sus fanáticos celebraron. En palabras de Mike Iñez, “William afirma no venir a reemplazar a Layne Staley, sino a honrarlo”; cada vez que tocan en tarima es una clara muestra que todos están juntos haciendo honor a la banda que fueron junto Layne y Mike Starr (quién falleció en el año 2011).

Para el año 2009-2010 Alice in Chains lanza su cuarto LP de estudio, “Black Gives Way to Blue”, disco aclamado y recibido por la crítica, pues su nombre es una clara alusión al proceso de decadencia, muerte, luto y renacimiento que la banda ha atravesado. Mucho se podría hablar del mismo pero será más acordé hacerlo en una reseña exclusiva.

ALICE IN CHAINS 2
Alice in Chains – Formación actual

La influencia del clásico Alice in Chains de los noventa pervive en el tiempo, siendo considerado por los fanáticos más acérrimos como el auténtico Alice in Chains. De hecho, en una de las primeras reseñas de esta revista, el turno fue para el disco más reciente de esta emblemática banda, el “Rainier Fog”, el cual se grabó nuevamente en su natal Seattle, 25 años después, cargado de referencias realmente catárticas y sanadoras entorno a esos viejos tiempos.

Sin duda, con el tributo del año 2020 realizado por múltiples bandas y toda una ciudad a esta banda, son claras muestras de cómo Alice in Chains ha marcado un capítulo importante en esta historia, más allá del hecho que el legado musical de esta banda continuamente hace debatir a aficionados, conocedores y no tan conocedores de si deba ser considerada o no, una banda de grunge.

Y para ti querido lector, ¿Es Alice in Chains una banda de grunge o no? Déjanos tu respuesta en cualquiera de nuestras redes sociales.

AUTOR:

Mario Flores

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